Sociolingüística

La sociolingüística estudia el lenguaje en relación con la sociedad. Su objetivo de análisis es la influencia que tienen en una lengua los factores derivados de las diversas situaciones de uso, tales como la edad, el sexo, el origen étnico, la clase social o el tipo de educación recibida por los interlocutores, la relación que hay entre ellos o el tiempo y lugar en que se produce la comunicación lingüística. Se distingue de la sociología del lenguaje en que esta examina el modo en que la lengua influye en la sociedad.

La sociolingüística también tiene puntos en común con la antropología lingüística y con la pragmática.

La sociolingüística nació del interés por ir más allá de unos estudios que consideraban la lengua como un sistema abstracto, aislado del hablante y de la sociedad. Una de las fechas más importantes en los inicios de la disciplina es 1964, año en el que se celebraron en Estados Unidos varias reuniones importantes -convocadas principalmente por lingüistas, sociólogos y antropólogos- que despertaron el interés de muchos especialistas e impulsaron el desarrollo de la disciplina. A partir de esta fecha, se inició una actividad incesante en torno a los estudios sociolingüísticos en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.

 Las grandes figuras de la investigación de la disciplina son W. Labov, R.A. Hudson, A. Fishman, o D.H. Hymes. De los españoles Menéndez Pidal (explica el español del sur de América). No debemos olvidar, no obstante, que uno de los antecedentes modernos más importantes, en el estudio de las relaciones entre lengua y sociedad, lo ofrece Saussure en su Curso de Lingüística General. En él nos plantea Saussure que "la lengua es un producto social de la facultad del lenguaje". Es decir, lo social aparece como clave dentro del ámbito de la lengua.

El estudio de la sociolingüística se cubre a través de distintas escuelas y distintas maneras de trabajar. Labov dirá que la sociolingüística es la disciplina que estudia las lenguas, tanto diacrónica como sincrónicamente, pero en su contexto social. La sociolingüística, pues, se presenta como la única lingüística que merece la pena. Hudson, por su parte, insiste en que el estudio del lenguaje desde el punto de vista asocial casi no merece la pena.

El objeto de estudio de sociolingüística consiste, en primer lugar y pese a diferencias a los puntos de vista y en los métodos, en localizar cómo se inscribe lo social en la lengua y en las prácticas lingüísticas. O sea su objeto de estudio es lo lingüístico o si se prefiere, la lengua en relación con la sociedad. Pero, recíprocamente, los hechos de lengua pueden aclarar hechos sociales y, por consiguiente, cuando se toma como objeto de estudio la sociedad, en relación con la lengua, la opción que se hace es la de la sociología del lenguaje.

 

Relación con otras disciplinas

Ciencia que estudia las relaciones que se establecen entre el lenguaje humano y las sociedades en las que se utiliza. Sociolingüística es el estudio de todas las facetas de las relaciones entre el lenguaje y la organización social. Aunque es una ciencia relativamente nueva –se desarrolló durante los 60’s como un campo interdisciplinario que combina aspectos de la antropología, la lingüística, y la psicología social y educacional, y sociología-. La sociolingüística ha desarrollado tres disciplinas prominentes: sociolingüística de la variación, que implica la evolución y descripción de las lenguas; la etnografía del habla, que examina las convenciones sociales que gobiernan la interacción lingüística; y la sociología del lenguaje, que se enfoca en como la estructura de la sociedad afecta la selección de una lengua o lenguaje. Estas tres disciplinas ven al lenguaje como algo social, más que como a un fenómeno personal o individual, y todas asumen la idea de que el lenguaje refleja y contribuye a la organización de los individuos en sociedades. La sociolingüística ha sido reconocida como materia de estudio de muchos cursos sobre el lenguaje o la lingüística a nivel universitario, y constituye realmente uno de los temas en expansión dentro del estudio del lenguaje, tanto desde el punto de vista de la enseñanza como del de la investigación. La sociolingüística tiene como tarea mostrar, en la medida de lo posible, la covariación de los elementos lingüísticos y sociales y, eventualmente, establecer una relación de causa a efecto. La sociolingüística es la disciplina que estudia la diversidad y la variedad de la lengua (lenguas), y en atención a que las posibles clases de variación de la lengua (lenguas) son esencialmente cuatro –dependen de cuatro variables fundamentales-, estudiará en particular como la lengua es diversa y cambia, (son diversas y cambian): - A través del tiempo; - A través del espacio; - A través de las clases sociales; - A través de las situaciones sociales. Según Fishman (en Berruto, 1979), la sociolingüística se aboca a tratar de determinar quién habla, cuál variedad, de cuál lengua, cuándo, a propósito de qué, y con cuales interlocutores. Y podemos añadir, cómo, por qué, y dónde.

Sociología del lenguaje

La sociología del lenguaje explora las correlaciones sociales de multilingüismo. Joshua Fishman (en Berruto, 1979) en los años 60, analizó las condiciones que han llevado a algunos grupos sociales a abandonar un lenguaje a favor de otro, mientras otros grupos han permanecido multilingües. La subdisciplina se distingue de la variación sociolingüística en que siempre trabaja a un nivel macro (implicando grandes grupos o sociedades), y estudia los efectos de la estructura social en la elección del lenguaje más que en la estructura linguistica.

En lo que refiere a la sociolingüística y la sociología del lenguaje, se puede decir que la primera se refiere a investigar las relaciones entre el lenguaje y sociedad, con la meta de tener un mejor entendimiento de la estructura del lenguaje y de cómo las lenguas funcionan en la comunicación; la meta equivalente en la sociología del lenguaje es tratar de descubrir cómo la estructura social puede entenderse mejor mediante el estudio de lenguaje. La sociolingüística es entonces el estudio de la lengua en relación a la sociedad, mientras que la sociología del lenguaje es el estudio de la sociedad en relación al lenguaje. Sin embargo, ambas disciplinas requieren un estudio sistemático de la lengua y sociedad. (Ronald Wardhaugh, 1992).

La diferencia entre sociolingüística y sociología del lenguaje es, sobre todo, una diferencia de énfasis, según el investigador esté más interesado por el lenguaje o por la sociedad.

Antropología linguistica

La antropología lingüística es el estudio de todas las lenguas humanas naturales, -ya sea que se trate del lenguaje escrito o no escrito, contemporáneo, o histórico.- como una parte intrínseca del estudio general de la cultura humana y su sociedad. Una rama tradicional de la antropología que incluye tres subáreas: psicolingüística, etnolingüística, y sociolingüística. El estudio lingüístico de la antropología describe primeramente los comportamientos observables del habla de las comunidades a partir de una aproximación inductiva. Los lingüistas antropológicos también investigan los sistemas primarios de comunicación, el lenguaje de los sordos, la adquisición del lenguaje por el niño, los lenguajes pidgin y criollos, la creación de lenguajes nacionales, el bilingüismo y los dialectos, la literatura oral de comunidades preliterarias, y los textos etnográficos de todo tipo.

Descansa sobre métodos de la antropología y la lingüística, para comprender los aspectos del lenguaje en el ámbito de la cultura, entre individuos, y dentro del mismo individuo, para realizar actos sociales.

El antropólogo lingüístico tiene como sujeto de estudio a los hablantes, vistos como actores sociales, miembros de una comunidad articulada como un conjunto de instituciones sociales, a través de una red de expectativas, creencias y valores. La visión de un antropólogo de la lengua es la del lenguaje como un conjunto de estrategias simbólicas que forman parte del tejido social y de la representación individual de mundos posibles.

La antropología lingüística examina el lenguaje a través de los siguientes parámetros:

a) La transmisión y reproducción de la cultura.

b) La relación entre los sistemas culturales y otras formas de organización social.

 c) El papel de las condiciones materiales de existencia en la comprensión que los individuos tienen del mundo.

La antropología lingüística parte del hecho de que las palabras importan, y que los signos lingüísticos como conexiones lingüísticas nunca son neutrales; las palabras proporcionan un punto de vista sobre el mundo y la vida.

La diferencia fundamental entre la sociolingüística y la antropología lingüística recae en tres aspectos importantes. Por un lado, los sujetos de estudio son diferentes; para la sociolingüística son los actores sociales y para la antropología lingüística son los sujetos que componen una comunidad o un determinado grupo étnico cultural. Por otro lado, se encuentra la metodología; la sociolingüística requiere de métodos comparativos que se auxilian de disciplinas, tales como la economía y la estadística, para así obtener resultados numéricos. Por su parte, la antropología lingüística utiliza la etnometodololgía y no está restringida al uso de datos numéricos o estadísticos. Por lo general, sus estudios son de orden exploratorio o estudios de caso. Por último, el objeto de estudio de la sociolingüística es la lengua en relación con la sociedad y el de la antropología lingüística es el estudio de la lengua en relación con la cultura de un determinado grupo étnico.

VARIEDADES LINGÜÍSTICAS

La lengua puede presentar en sus manifestaciones concretos (el habla)

diferentes variedades producidas por distintas causas que se producen en el

proceso de comunicación. Las causas principales de estas variaciones

lingüísticas son las siguientes:

a) Variedades diacrónicas.- Las lenguas son como seres vivos (“la lengua

es como un toro”, Jesulín dixit), y como tales nacen, crecen, se

reproducen y, en algunos casos, acaban desapareciendo. Este proceso

vital explica las diferentes variedades que una lengua puede presentar

en el discurrir de los años.

b) Variedades diatópicas.- Las lenguas también aparecen condicionadas

por el lugar geográfico en el que se hablen. Este hecho explica la

diversidad de dialectos y hablas locales.

c) Variedades diafásicas.- La situación de cada acto comunicativo hace

que el hablante seleccione un determinado nivel de lengua con el

objetivo de adecuarse a sus interlocutores. Este hecho explica la

existencia de un nivel formal y de un nivel informal o coloquial, así como

la existencia de niveles de lengua especiales, como las jergas y el argot.

d) Variedades diastráticas.- Por último, el nivel cultural del hablante justifica

también el nivel de lengua empleado, distinguiéndose, por ejemplo, un

nivel culto de un nivel vulgar de una lengua.

Comunidad de habla

Según Bloomfield (1933) una comunidad de habla es “un grupo de gente que

interactúa por medio del habla. Todas las llamadas actividades superiores del

hombre… surgen del ajuste aproximado entre los individuos que llamamos

sociedad y este ajuste, a su vez, está basado en el lenguaje”. “Cualquiera de

las otras fases de la agrupación social, como las agrupaciones económicas,

políticas o culturales, presentan alguna relación con la comunidad de habla,

pero no coinciden exactamente con ella”. “Los rasgos de una lengua no se

heredan en el sentido biológico del término el niño aprende a hablar como las

personas que le rodean. La primera lengua que un ser humano aprende a

hablar es su lengua nativa y él es entonces un hablante nativo de su lengua”.

Ninguna comunidad es lingüísticamente homogénea mucha gente pertenece a

dos o más comunidades lingüísticas mucha gente utiliza estilos diferentes de la

misma lengua mucha gente usa un estilo o una lengua pero tiene la capacidad

de hablar y comprender nuevas lenguas.

La comunidad de habla implica al menos dos fuentes de ambigüedad:

Una relativa al tamaño de los grupos

Otra a los estilos personales

Las palabras son símbolos con efectos en los interlocutores que las utilizan,

para que estos puedan comunicarse deben compartir tanto el significado como

los valores sociales adheridos a las palabras o expresiones.

Ej. No es lo mismo decir “¡qué golfo!” en una u otra situación.

Dialecto y sociolecto

¿Qué es el dialecto?

La definición de dialecto (utilizada por lingüistas) es que es una variante de

alguna lengua. Todas las lenguas tienen variaciones dialectales o dialectos. El

campo de la dialectología ha desarrollado mucho en los últimos años, por lo

tanto las definiciones de dialecto también se han expandido.

Ahora bien, cuando hablamos o escribimos, podemos elaborar o recibir

mensajes que responden a distintas variedades de la lengua. Éstas dependen

de diferentes características que aparecen en nuestra comunicación, la cual

denominamos lectos o variaciones del lenguaje que dependen del modo en que

cada hablante utiliza la lengua. Los modos pueden depender, por ejemplo, de

la edad, actividades y situación sociocultural del hablante.

El lecto de un hablante determinado se llama IDIOLECTO y está formado por

DIALECTO, SOCIOLECTO, CRONOLECTO.

¿Qué es el sociolecto?

Cada ser humano inviste ciertos rasgos distintivos que son características al

expresar sus pensamientos, estas particularidades nos dan cuenta más allá

del tipo de discurso dado de la clase social a la que pertenece; es por eso que

el sociolecto es la forma característica de hablar de determinada clase

económica o de cualquier determinado grupo social. Para nuestro trabajo, es

importante el tema de los sociolectos en el sentido de que, podemos observar

claramente las diferencias discursivas entre los hablantes del área rural y los

hablantes del área urbana.

Los sociolectos designan las complicidades lingüísticas de un pequeño grupo

social y es en este grupo social que se crean nuevos discursos, se moldean

ciertas actitudes comunicativas y se acrecienta la competencia lingüística, o por

el contrario se mantiene un nivel bajo.

Por tanto, en la selección de rasgos lingüísticos que determinan un estilo

influyen, relevantemente, unos factores pragmáticos situados en el marco del

registro, tales como: la percepción que el hablante u oyente tienen de la

relación entre el mensaje y la situación (de la cual el uso del lenguaje tiende a

formar solamente una parte); el escenario físico; el rol de los participantes; el

propósito u objetivo; el medio usado (básicamente escrito o hablado); las

relaciones personales y sociales entre los interlocutores; el grado de

formalidad, etc.

https://youtu.be/zAycVSYHbVQ


Variedades sociales:

A. Lenguaje coloquial (común) Es el que emplean los hablantes en su vida

cotidiana para comunicarse con los amigos y la familia. Podemos decir que es

la variedad más utilizada de la lengua. En el lenguaje oral se caracteriza, en

general, por ser espontánea, relajada y expresiva.

B. Lenguaje culto. Modalidad lingüística que utiliza de manera perfecta la

morfosintaxis y el léxico de una lengua. Utilizado por personas que poseen un

alto conocimiento de la lengua y emplean todos sus recursos.

C. Lenguaje vulgar: modalidad lingüística usada por la gente corriente en sus

relaciones ordinarias, con frecuentes transgresiones a la norma y uso de

vulgarismos.

D. Lenguaje jergal: lengua especial de un grupo social diferenciado, usada

por sus hablantes sólo en cuanto miembros de ese grupo social.

LA VARIACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA EN LOS NIVELES LINGUISTICOS

La lengua es variable y se manifiesta de forma variable, con esto se quiere

decir que los hablantes recurren a elementos lingüísticos distintos para

expresar cosas distintas, naturalmente, pero a la vez la posibilidad de usar

elementos lingüísticos diferentes para decir unas mismas cosas.

Es por esto que ésta no se ve afectada por culpa de problemas de significado,

la variación fonológica fue la primera en analizarse. Esto es muy importante

porque la convierte en la más fácil de estudiar, siendo la más estudiada. Labov

inicia una metodología aplicando el estudio de cinco variables fonológicas en

Nueva York, y ésta será imitada más adelante por otros investigadores.

De igual forma, la variación sintáctica no es análoga de la fonológica por estas

razones: es menos la variación sintáctica que la fonológica en las lenguas. La

escasa frecuencia con la que se puede contar con un contexto de ocurrencia y

la dificultad de la obtención de ejemplos del uso de una y otra variante,

convierten a la sintáctica en más difícil de medir o cuantificar.

Por tal motivo, su estudio se enfrenta a iguales problemas que la sintáctica.

Entre ellos destaca el establecimiento de equivalencias entre variantes, que

nos lleva a la antigua discusión sobre la existencia o no de la sinonimia.

Por todo esto se hace complicado establecer dónde acaba la variación léxica o

morfológica y empieza la variación en el discurso. El cambio de referente, de

turno o el énfasis son algunas variables de tipo discursivo. Estos ejemplos

quizás sugieren la poca conveniencia de un análisis variacionista de tipo

discursivo independiente de la variación sintáctica.

La variación sociolingüística en los niveles sociales

Como ya se ha dicho, la variación es el eje de los parámetros de diferenciación

social; la relación entre las variables lingüísticas y los factores sociales (sociodemográficos)

-pertinentes para cada comunidad-, es la que propiamente se

denomina variación sociolingüística. Para referirse a esos factores se habla, en

general de variables sociales.

1. La variable sexo

El sexo (o género) es una variable cuya importancia descansa en la aceptación

general de que el comportamiento lingüístico de los hombres es distinto al de

las mujeres, apreciación compartida entre las disciplinas que estudian el

comportamiento humano, la psicología, la antropología, entre ellas.

En el fondo, las diferencias lingüísticas entre hombres y mujeres surgen de un

conjunto definidos de actitudes: son diferentes socialmente porque, aunque

estemos lejos (al menos en las comunidades occidentales) de movernos dentro

de límites fijos e inflexibles, son distintos los papeles asignados a ambos sexos.

La lengua refleja este hecho social: el habla de las mujeres no sólo es diferente

al habla de los hombres sino que es mejor socialmente hablando. Así como se

espera que la conducta social de las mujeres sea más correcta, también su

habla debe serlo (López Morales 2004: 128-129).

La variable el sexo –como lo muestran los distintos estudios- constituye un

factor de segundo orden, subordinado a otros factores sociales con más

influencia en el comportamiento lingüístico (Moreno Fernández 2005a: 41).

2. La variable edad

Se trata del factor social que influye decisivamente en el comportamiento

lingüístico de los miembros de una comunidad, inclusive, según Moreno

Fernández, la edad es el factor que más condiciona la variación lingüística

(2005a:47); la importancia de la edad radica en que los individuos modifican

sus hábitos lingüísticos en las distintas etapas de su vida, lo que tiene

consecuencias directas en la expansión de las formas innovadoras( por lo

general, se asume que los hablantes más jóvenes son los más innovadores).

3. Las variables clase social

López Morales (2004:106) ordena esta variable en cuatro modelos: a) el modelo estratificatorio; b) el mercado lingüístico; c) las redes sociales; f) el modo de vida.

 

Para alcanzar el índice de identificación del individuo se evalúa un conjunto de

factores como la escolaridad, la profesión, los ingresos. Cuantificados dichos

factores, según el peso que se les otorgue para el cálculo del índice, colocan a

los individuos un determinado nivel social o socioeconómico.

 

“En un mercado lingüístico los hablantes que desempeñan ciertas

profesiones tienden a hacer un uso normativo de la lengua, mientras que los

que desempeñan otras profesiones no lo hacen, o no necesitan hacerlo,

aunque ambos compartan unos mismos rasgos socioeconómicos” (Moreno

Fernández 2005a: 56).

 

Modo de vida es una categoría de análisis según la cual el

comportamiento lingüístico de los miembros de una comunidad puede

describirse tomando en cuenta su pertenencia a grupos específicos definidos

de acuerdo con rasgos de carácter ideológico que caracterizan el tipo de

relaciones entre los individuos que forman parte de esos grupos.

 

Creencia de que la conducta lingüística depende, no de los atributos que se

perciben como caracterizadores de ciertos grupos, sino de una conjunción de

pertenencia a una determinada red y de la estructura vital en la que se mueve

el sujeto. En esta estructura vital, los factores determinantes son, de una parte,

la actividad familiar y laboral que se desarrolle, y de otra, el tipo de relación que

se mantenga con los individuos de su grupo (López Morales 2004: 121).

 

El argumento principal en el que se apoya la teoría de redes es que

la estructura de las relaciones sociales afecta al contexto de las relaciones que

se pueden producir en la misma. Al mismo tiempo, la estructura de las

relaciones sociales afecta al contenido de esas relaciones. (Requena Santos y

Ávila Muñoz, 2002: 2)

 

4. Variable social nivel de instrucción

Por grado de instrucción hay que entender el tipo de educación formal o

académica de los individuos; se trata de una variable esencial para el estudio

de la variación, pues el nivel educativo de los hablantes determina un

comportamiento lingüístico más o menos canónico. Para estructurar esta

variable se emplean niveles generales que describen los grados de educación

de los hablantes: analfabetismo, enseñanza primaria, enseñanza secundaria,

etc. Esta variable debe adecuarse a las características sociodemográficas de la

comunidad.

 

BILINGÜISMO

¿Qué es el bilingüismo?

La definición clásica de Marouzeau es la siguiente: ―Cualidad de un sujeto o de un pueblo que se sirve habitualmente de dos lenguas, sin marcada preferencia por una u otra.

Y Miguel Siguán llama bilingüe a quien sea capaz de utilizar dos o más lenguas

en cualquier situación con parecida facilidad y eficacia. Pero ¿es realmente

posible que un hablante se exprese igual en dos lenguas sin preferencia por

una u otra?

No se trata del mero uso de dos lenguas, sino también de las

circunstancias en que la elección de una u otra se produce y de la forma del

contacto entre ellas; y, por supuesto, de la capacidad del hablante para

expresarse mejor o peor en alguna de ellas.

 

Tipología

Bilingüismo individual

El hablante bilingüe puede pertenecer a una comunidad monolingüe, bilingüe o

plurilingüe. En las comunidades multilingües, los hablantes cambian de una

lengua a otra igual que los monolingües cambian de estilo, adaptándose a la

situación comunicativa. La elección de una u otra lengua, en principio, es

arbitraria, pero en la práctica puede estar regida por determinaciones de tipo

social o institucional. Según Miguel Siguán, en el bilingüismo individual se

diferencian grados (conocimientos bilingües del individuo, frecuencia de empleo

de cada lengua) y situaciones como:

a. Bilingüismo familiar (el niño está inmerso en un medio bilingüe en su vida

familiar, habla dos lenguas).

b. Familia monolingüe en medio lingüístico extraño (habitual en los emigrantes,

el sujeto ha de aprender otra lengua después de la infancia y usarla fuera del

ambiente familiar).

c. Minoría lingüística autóctona (por ej., minorías judías).

d. Minoría lingüística inmigrada (por ej., población china de una ciudad).

e. Ambientes cosmopolitas.

 

Medina López clasifica el bilingüismo individual por factores:

– Según la relación entre lenguaje y pensamiento: coordinado (las lenguas se

aprenden independientemente, el sujeto tiene una representación conceptual

para cada una; cuando recibe un mensaje en lengua A, lo entiende en esa

lengua y en ella emite su respuesta); compuesto o condicionado (una de las

lenguas se aprende a partir de la otra, el hablante tiene una representación

común para ambas; cuando recibe un mensaje en lengua B, lo traduce primero

a A para comprenderlo).

– Según la competencia alcanzada en ambas lenguas: equilibrado (idéntico

grado de conocimiento y dominio de cada lengua igual que un monolingüe);

dominante (mayor conocimiento de una lengua, generalmente la materna). El

bilingüismo equilibrado es ideal, no se alcanza casi nunca.

– Según la adquisición de los sistemas: natural o primario (el sujeto tiene

contacto con dos lenguas desde pequeño); implantado o secundario (adquiere

la segunda lengua por aprendizaje).

– Según la edad de adquisición: de infancia, de adolescencia o de edad adulta.

Dentro del bilingüismo infantil, hay dos tipos: simultáneo (el niño aprende dos

lenguas maternas a la vez) y consecutivo (adquiere la segunda lengua a edad

muy temprana, pero ha adquirido previamente la lengua materna).

– Según el uso de los sistemas: activo (utiliza las dos lenguas) o pasivo

(comprende las dos, pero solo se expresa en una).

– Según la consideración sociocultural de las lenguas: aditivo (igual prestigio de

las lenguas) o sustractivo (una de las lenguas está desprestigiada y puede

frenar el desarrollo cognitivo del hablante).

– Según la identidad cultural: bicultural (el bilingüe reconoce su realidad

bicultural) o monocultural (sólo reconoce su identidad de origen).

Karmele Rotaetxe, aunando las tipologías anteriores, propone una clasificación

tripartita para el bilingüismo individual:

– De comprensión: el bilingüe comprende dos lenguas, pero solo se expresa en

una.

– De comprensión y expresión: comprende y usa las dos lenguas.

– De comprensión, expresión y pensamiento: es un bilingüismo completo,

activo y coordinado.

 

Sesquilingüismo

Hockett denominó sesquilingüismo (con la raíz latina sesqui-, vez y media) al bilingüismo pasivo que se da entre

hablantes de lenguas distintas pero parecidas, como el español y el portugués.

Este contacto de lenguas es solo de capacidad lectora y puede darse en los

individuos, sin que la comunidad entera sea sesquilingüista. Por ej., un español

puede leer y entender más o menos un texto en portugués; pero ni puede

hablarlo ni comprenderlo oralmente con la misma facilidad, ni eso implica que

todos los españoles sean iguales en comprensión del portugués. La base del

sesquilingüismo es que la recepción lingüística requiere menos habilidad que la

producción.

 

Bilingüismo social

La acumulación de hablantes bilingües en un territorio convierte al bilingüismo

en hecho social. El bilingüismo colectivo es la suma de los bilingüismos

individuales, pero para que una región o territorio sea considerada bilingüe

debe haber un número suficiente de hablantes que lo sean, aunque no es

imprescindible que todos sus hablantes sean bilingües. Por otro lado, los

individuos no se convierten en bilingües por azar, sino porque se encuentran en

una situación familiar o social que impulsa a ello. De manera que hay relación

causa-efecto entre sociedades e individuos. Las perspectivas psicológica y

sociológica son, así, solidarias. Entre las razones para la existencia del

bilingüismo social, se han apuntado las siguientes:

- La ocupación (efímera) o la colonización (más duradera) producen un efecto

bilingüe. Ejs.: la romanización, la hispanidad.

- El comercio: la necesidad del intercambio de productos puede llevar a los

monolingües a adoptar una segunda lengua. Hoy en día, la lengua comercial

internacional es el inglés, lo que empuja a un aprendizaje cuasi obligatorio de

aquel.

- La superioridad demográfica: allí donde la lengua A es mayoritaria, la

población monolingüe de lengua B, minoritaria, se verá impulsada a dominarla

también.

- El poder, el prestigio y la riqueza que representa el grupo social dominante

lleva a aprender su lengua.

- La expansión territorial y la ascendencia de una lengua (razones no

lingüísticas) son factores clave que determinan: número de hablantes, poder

político, económico, comunicativo, cultural, audiovisual…

- La escolarización puede empujar a favor de un modelo monolingüe, bilingüe o

diglósico.

- La influencia económica y tecnológica pueden llevar al hablante a aprender

una segunda lengua, vinculada al poder y solicitada en los círculos

internacionales.

- La religión, hoy en día ha perdido protagonismo, pero ha jugado un papel

importante. El cristianismo favoreció la expansión del latín y la evangelización

de América extendió el español.

- Los medios de difusión (TV, radio, cine, prensa, telecomunicaciones, agencias

de noticias) han adquirido gran importancia.

Todo esto nos lleva a pensar que las relaciones de lenguas en las zonas

bilingües siempre son delicadas y dan lugar a modelos más o menos

conflictivos de convivencia. Hay países con tradición bilingüe muy arraigada,

como Bélgica (donde conviven flamenco y francés), Canadá (francés e inglés)

e Irlanda (inglés y gaélico). El bilingüismo ideal consistiría en la utilización

indistinta de dos lenguas en cualquier contexto, lo que, en líneas generales,

debería corresponderse con un biculturalismo convivencial.

 

¿Qué es el multilingüismo?

Se designa con el término de Multilingüismo a aquel fenómeno suscitado a raíz

del uso de varios idiomas en un contexto determinado, es decir, varias lenguas

coexisten en un mismo ámbito y a un mismo nivel.

Por ejemplo, el Reino Unido es uno de los tantos países que presenta entre sus

características fundamentales esta cuestión, ya que su constitución está escrita

en el idioma Latín, luego, el idioma oficial que allí se habla y enseña es el

inglés, pero también como consecuencia de la gran afluencia de inmigración

que recibe, especialmente en centros neurálgicos de su geografía como ser la

cosmopolita ciudad de Londres, también se hablan otros idiomas tales como el

español, francés, árabe, chino, japonés, entre otros.

Los idiomas si bien son un reflejo de la diversidad de culturas e identidades, también son aquellos que nos permiten entendernos, por ello, fomentar el multilingüismo en las condiciones actuales del mundo realmente sería un acierto. Las personas que hablan y comprenden diversos idiomas, además del propio, está probado que no solamente tendrán mejores posibilidades laborales, sino que además se integran mejor en las

sociedades por las que van pasando.

 

Diglosia

Segun Charles Ferguson (1959) el término diglosia se refiere a la

situación lingüística en la que existen una variedad alta, culta,

utilizada en la comunicación formal (literatura, religión, enseñanza,

administración) y una variedad baja, popular, de uso coloquial y

familiar, relegada a la oralidad. Para Ferguson la diglosia se producía dentro de

la misma lengua, como ocurrió en Grecia con el griego clásico y el demótico, o

en Roma con el latín culto y el vulgar, o en el Islam con el árabe clásico y el

popular. Pero otros lingüistas, principalmente Gumper y Fishman, han ampliado

el concepto al observar que la diglosia también se puede dar entre lengua y

dialecto, como sucede con el español y el andaluz; o entre estándar y criollo (cualquier lengua mixta, producto de la convivencia prolongada entre hablantes de varios idiomas nativos),

como en el caso del francés y el criollo de Haití. Según Ferguson, hay dos

condiciones que favorecen la diglosia entendida como el uso discriminado de

dos variedades de una misma lengua:

- la existencia de un corpus literario o sagrado

- y un alto índice de analfabetismo.

Para él, la diglosia es un caso de extrema contracción funcional que sucede en

un territorio cuando diferentes modalidades de una lengua se especializan en

unas determinadas funciones de uso, privilegiándose una sobre la otra. Usos

que están muy relacionados con la diafasía, o estilo adecuado a un contexto

(aspecto individual), y con la diastratía, o grado de instrucción y/o estrato social

del hablante (aspecto colectivo).

La diglosia es un concepto social, pero tiene repercusiones individuales en los

hablantes. Un bilingüe es capaz de expresarse en dos lenguas oralmente y por

escrito, aunque una de ellas predomine en un momento dado o en una etapa

concreta de la vida. Pero un diglósico no tendrá la misma facilidad para

expresarse en ambos idiomas y dará a cada uno una función diferente. La

diglosia tiene mucho que ver con el prestigio y el contexto sociopolítico. En

función de ello, se establece la distribución de sistemas en determinados

ámbitos, se imponen relaciones de dominación, imposición, restricción,

prohibición… Un código dominante y otro restringido. Uno se ofrece como

norma. El otro, como seudocódigo. Uno es demonizado, incluso se reniega de

él; vive en un estado de dialectalización, utilizado solo en usos orales. El otro,

sacralizado, se enseña en la escuela, es la lengua del gobierno y los tribunales,

de la literatura y el arte; se usa para fines formales, religiosos, ceremoniales. La

lengua prestigiada acaba siendo el código de lo oficial, el que nadie usa en una

conversación relajada, el que a nadie pertenece como idioma materno porque,

adquirido en la educación formal, termina por ser una lengua-modelo,

inalterable al paso del tiempo; un código tan altamente formalizado (con

gramática, ortografía, reglas de escritura, terminología amplia y precisa,

tecnicismos, cultismos…) que cohíbe la creatividad. Sin embargo, es la variante

del prestigio y del poder, y por eso despierta anhelo lingüístico, porque

poseerla significa acceder a los cargos políticos, culturales, religioso.

 

Contacto lingüístico

El contacto de lenguas es un hecho universal. En el mundo existen unas seis

mil lenguas y tan sólo doscientos estados, por lo que irremediablemente en

algunos países se hablan varios idiomas. El encuentro idiomático es inevitable:

las isoglosas (una línea imaginaria que separa dos áreas geográficas que se distinguen por un rasgo dialectal concreto) no son barreras insuperables. Las relaciones de contacto son

estudiadas con perspectiva global por la sociolingüística. Desde ella podemos

comprender fenómenos como: bilingüismo, sustrato, pidgins, acentos

extranjeros, enseñanza linguistica.

Las situaciones que favorecen el contacto son varias; por ej., la emigración. El

contacto puede ocurrir en zonas donde se hablan numerosas lenguas

(Amazonas); o en países con pasado colonial (África, América); o en estados

unificados, uno de los cuales impone su lengua; o en áreas turísticas

(Mediterráneo); o en lugares con relaciones políticas, económicas, culturales

(ONU, Bruselas, intercambios Erasmus, multinacionales).

En la mezcla de lenguas puedan darse distintas situaciones. Hay

mantenimiento lingüístico cuando ninguna de las lenguas en contacto sufre

grandes cambios. Si una de ellas invade los ámbitos de uso de la otra y la hace

desaparecer (mortandad lingüística), se produce sustitución lingüística. Si de

las dos lenguas en contacto surge una nueva, se da la fusión o amalgama de

lenguas. Si el uso de las dos lenguas se alterna en determinadas

circunstancias, hablamos de conmutación (incluye al bilingüismo y la diglosia).

Los contactos lingüísticos se estudian diacrónicamente (por ej., la sustitución

tiene que ver con la acción de superestrato y sustrato, como en el caso de las

lenguas prerromanas y el latín peninsular) o sincrónicamente (caso de la conmutación).

 

Sustrato, superestrato y adstrato

Estos fenómenos lingüísticos son la resultante del contacto de lenguas a lo

largo del tiempo y el espacio.

- La lengua de sustrato (основа), que recibe ese nombre por analogía con las capas

geológicas, la forman las características que un idioma desaparecido deja en la

lengua de sustitución: palabras, hábitos fonéticos, de entonación,

gramaticales… Los primeros que usaron el concepto fueron Ascoli y Schleicher

(s. XIX).

- El superestrato, concepto de Von Watburg (1933), define la influencia de una

lengua que, teniendo dominios propios, invade otros sin imponerse en ellos,

aunque dejando algunos rasgos gracias a su superioridad militar. Por ej., el

árabe o las lenguas germánicas influyen en el latín peninsular.

- El adstrato, término reciente creado para completar los otros dos, acuñado

por Valkhoff, designa la relación de dos lenguas que, por razones de

proximidad o vecindad, se influyen mutuamente. Ejs.: el gallego-portugués,

fragmentado luego en gallego y portugués; los préstamos al español de

lenguas cercanas (italianismos, galicismos, anglicismos, lusismos).

 

Lingua franca, pidgin, sabir y criollo (креолизованныйязык)

La necesidad de intercambio entre culturas diferentes ha llevado en todo

tiempo a buscar soluciones comunicativas, entre las que destacan: lingua

franca, pidgin, sabir y criollo. Todas, menos la lingua franca, son variantes

producidas por contacto de dos o más lenguas. Ducrot y Todorov las

consideran lenguas mixtas. El término pidgin procede de la pronunciación en

cantonés de bussiness, negocio en inglés. El pidgin-english o inglés hablado en

los puertos de China formado por vocablos ingleses adaptados al sistema

gramatical chino es la lengua mixta que da nombre a la categoría.

- La lingua franca (общийязык) o vehicular sirve para propiciar el intercambio comunicativo entre poblaciones de diferentes lenguas. Se trata de un idioma o variedad

idiomática ya existente que, por diversas razones, se convierte en lengua de

contacto entre distintas comunidades. El latín en su momento y el inglés hoy

son ejemplos de linguas francas.

- El sabir o pidgin incipiente (naciente, inicial) tiene un valor de intercambio restringido, pues nace vinculado al comercio, para favorecer las transacciones. Su gramática no

está bien definida, permite yuxtaposiciones de palabras. Cuando el proceso de

mezcla no se da entre lenguas, sino entre dialectos, el resultado es una koiné

(por ej., el castellano, habla de transición vasco-románica según el profesor

López García). Si lo que se mezclan son lenguas, se obtiene el pidgin

incipiente.

El pidgin elaborado es una lengua completa procedente de una hibridación o

mezcla de elementos de distintas procedencias lingüísticas que compite en

igualdad con los idiomas nacionales, con posibilidades de desarrollar una

literatura de prestigio. Se crea a partir de dos o más lenguas con necesidades

de comunicación que no poseen ninguna variedad en común. Hay algunos que

pasan por la fase de sabires o pidgins incipientes. Otros, sin embargo, se

convierten rápidamente en pidgins extendidos, como el papiamento, lengua

criolla hablada por los negros de las antiguas Antillas holandesas, con el 85%

del vocabulario de base española y otros elementos afroportugeses y

holandeses.

- Los pidgins, por definición, no tienen hablantes maternos. Son soluciones

sociales, no individuales, caracterizadas por normas de aceptabilidad. Cuando

se convierten en lengua principal o única, cuando tienen hablantes nativos,

entonces ya son criollos (del francés crêole), como el de las Antillas, que da

nombre a la categoría. López Morales añade que ―el criollo es

sincrónicamente una lengua más, con variaciones diatópicas, diastráticas y

diafásicas.

Al principio, la mezcla cultural y racial era considerada como motor de creación

de pidgins, sabires y criollos. Pero se comprobó que la separación de hablantes

y variedades lingüísticas es más determinante, pues las lenguas mixtas han

proliferado donde predominó el comercio de esclavos. En África del Sur se

originó un criollo, el afrikáans, a partir de la lengua de los amos, el holandés.

Sin embargo, en la América hispana, por el trato de provincias que dio España

a las colonias, casi no hay pidgins. Ni los hay en lugares de intensa mezcla

lingüística, como Bruselas, sede institucional de la Unión Europea, o la ONU, o

las legaciones diplomáticas (en estos espacios, detrás de la lengua, siempre

está la representación nacional, el poder del estado, uno de cuyos símbolos es

el idioma). Sí los hay, en cambio, en antiguas colonias de Francia, Holanda,

Portugal e Inglaterra.

Alvar recuerda que el criollo se origina en una situación especial de

bilingüismo, para la comunicación entre seres que no tienen nada en común,

pues uno manda y el otro obedece. En el caso de Castilla, la lengua se

trasplantó, no se impuso. Quienes la necesitaron la aprendieron. Hubo un

proceso de adopción de la lengua del conquistador. Por eso en

Hispanoamérica no hay apenas lenguas mixtas, se conservan solamente allí

donde los grupos se aislaron.

Un caso especial de lengua mixta creada no por coexistencia obligada de dos

idiomas, sino voluntariamente, es la que usaban los sabios hebreos para

comunicar la verdad a los sefardíes españoles: el ladino. Idioma sacralizado,

considerado lengua calco (nunca se habló, aunque el pueblo lo entendía), el

ladino tenía forma española y contenido hebreo. Perduró hasta nuestros días e

incluso proporcionó préstamos a otras lenguas.